SOLIDARIDAD CON BRUSELAS

«La unidad es uno de los mejores testimonios que las víctimas del terrorismo podemos transmitir a la sociedad, así como la más firme y serena respuesta que podemos dar a los asesinos y a quienes los defienden”

Europa ha sido golpeada nuevamente por la barbarie terrorista. En esta ocasión, el objetivo elegido por los asesinos ha sido Bruselas, pero podía haber sido cualquier otra ciudad de nuestro entorno, puesto que toda sociedad libre y democrática se ha convertido en un objetivo potencial para quienes solo conocen el lenguaje de las armas y la dictadura del miedo. Desde la Fundación Víctimas del Terrorismo, como no podía ser de otro modo, condenamos firmemente este brutal e injustificable acto de violencia contra la vida de personas inocentes. Además, entre las 32 víctimas mortales se encuentra una ciudadana española, Jennifer García, que aquella mañana se disponía a volar a Nueva York acompañada de su marido. Nada podía hacerle pensar que nunca llegaría allí. Por eso, quiero enviar mi más sincero pésame a sus familiares y a los del resto de fallecidos, así como desear una pronta recuperación a todos los heridos. Desgraciadamente, en España sabemos bien lo que es el terrorismo, porque lo hemos sufrido durante décadas y porque, a causa de su sinrazón, nos han sido arrebatados centenares de familiares, amigos y compañeros, que han dejado tras de sí un sinfín de vidas rotas. Ahora ha sido Bélgica, pero en las últimas semanas han sido también Egipto, Irak, Nigeria, Pakistán, Turquía y un largo etcétera. Si las víctimas del terrorismo revivimos nuestro dolor con cada nuevo atentado, aunque tenga lugar a miles de kilómetros de España, ¿cómo no hacerlo también todos los años al llegar el 11 de marzo, aniversario del peor atentado de nuestra historia? En esta ocasión, la unidad ha sido la nota dominante en el acto celebrado en la Puerta del Sol de Madrid, en el que estuvieron representadas la Asociación Víctimas del Terrorismo, la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo y la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M. Sin duda, la unidad es uno de los mejores testimonios que las víctimas del terrorismo podemos transmitir a la sociedad, así como la más firme y serena respuesta que podemos dar a los asesinos y a quienes los defienden. Un día antes, el 10 de marzo, Sus Majestades los Reyes nos honraron al presidir una nueva edición del Concierto “In Memoriam” Homenaje a Todas las Víctimas del Terrorismo, que fue ofrecido, como es habitual, por la Orquesta Sinfónica y Coro de RTVE en el Auditorio Nacional de Música. Una vez más, se puso de manifiesto el afecto y la solidaridad de Don Felipe y Doña Letizia, y su firme compromiso con las víctimas. Como ya dije entonces, saber que contamos con el apoyo de la Corona, y también con el del Gobierno de España, es especialmente importante en el momento actual, en el que algunos parecen querer banalizar la crudeza del terrorismo y menospreciar el dolor de las víctimas. No se puede disfrazar de libertad ideológica o libertad de expresión la apología del terrorismo o la colaboración con banda armada. Quienes incurren en un delito no están ejerciendo sus derechos, sino que están violentando los de los demás. Los homenajes a terroristas, la justificación (explícita o no) de sus crímenes, los excesos verbales contra las víctimas o los intentos de acallar nuestra voz son actitudes que deben llevarnos a no bajar la guardia, y menos en la situación política actual. El conjunto de la sociedad espa- ñola tiene la obligación de velar por preservar la memoria y la dignidad de quienes han sufrido más duramente los efectos de la barbarie, algo en lo que ya trabaja el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo. De ello depende en cierto modo el futuro democrático de España y el legado de verdad y justicia que queramos transmitir a nuestros hijos.